¿Por qué hay que reponer los dientes que faltan?
La pérdida de dientes o muelas puede provocar diversos tipos de alteraciones que indudablemente serán mayores cuanto mayor sea el número de piezas perdidas y el tiempo que pase hasta su reposición. De estas alteraciones las más importantes son: alteraciones digestivas, alteraciones en la fonación, alteraciones de la mandíbula y alteraciones estéticas.
La reposición de las piezas dentarias perdidas puede hacerse mediante dos tipos de prótesis:
Prótesis fija:
Es aquella que no puede ser retirada de la boca del paciente. Para realizar una prótesis fija es necesario que existan unos pilares de prótesis donde apoyar. Estos pilares podrán ser piezas que todavía queden en la boca o, en ciertos casos, los implantes.
Para realizar una prótesis fija apoyando sobre piezas que quedan en la boca, es preciso reducir el tamaño de estas para conseguir un espacio que permita colocar sobre ellas unas fundas a las que irán soldadas las piezas que faltan. También se puede apoyar sobre implantes dentales que habrán sido previamente colocados en el hueso del maxilar superior o inferior.
Prótesis removible:
Es aquella que el paciente puede sacar de la boca. Este tipo de prótesis se emplea cuando no es posible obtener pilares sobre los que apoyar una prótesis fija. Dependiendo de los casos, la prótesis removible se fabrica de dos formas:
En ambos casos se pueden restaurar correctamente la estética y funciones de la boca, pero el período de adaptación del paciente a la prótesis removible es mayor que a la prótesis fija.
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